Como colofón de la semana de san Valentín, los alumnos de cuarto de la ESO (con la no despreciable colaboración de los profesores J. A. Uriarte, J. I. Carrera y J. J. Tornel) han montado una sublime fiesta no apta para cardiacos. Hay que felicitar a la organización que no descuidó detalle: DJ potente, iluminación psicodélica, ambigú con surtido de comida y bebida, guardarropía eficaz, hasta la meteorología colaboró con un breve chubasco que limpió el aire y que cesó a tiempo para permitir disfrutar del Coto.
La afluencia de público (engalanado como a la ocasión correspondía) fue considerable y puso a prueba la capacidad de la organización, que respondió bien echando mano de la improvisación cuando fue preciso. El baile se prolongó hasta horas que no sobrepasaron lo que la prudencia aconseja, ya lo dijo Gracián: "Tener algo que desear, para no ser felizmente desgraciado".
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