Se encargan y llevan a cabo esta magnífica visita cultural los profesores D. MEZOUAR EL IDRISI (Dep. de Árabe) y ALFONSO PIMENTEL (Dep. de Inglés).
Viaje en tren desde Tánger (literas) llegando al hotel la mañana siguiente. Hotel de cuatro estrellas donde el alumnado ha podido disfrutar de unas excelentes instalaciones con piscina incluída.
Después de la distribución de las correspondientes habitaciones y desayuno nos trasladamos en autocar para un recorrido cultural de toda la ciudad. Nos acompaña la Guía Turística Doña GHIZLAN BAARAB. Sus amenas explicaciones fueron de total satisfacción del alumnado y profesores acompañantes. Fueron continuas las curiosidades culturales que le expusieron los alumnos y profesorado, deleitándonos la guía con todo tipo de explicaciones y anécdotas. Un bonito recorrido por la cultura y costumbres de este maravilloso país y en especial la vida de Marrakech a través de los tiempos.
Comenzamos por el centro de la ciudad. Arteria de tráfico febril hecho de coches, autobuses, motocicletas, hombres y mujeres a pie que se dirigen hacia la PLAZA JAMAA-EL-FNA. No se podrá decir que se ha estado en Marrakech, si por lo menos una vez no se ha dado una vuelta en uno de los innumerables coches de caballos que se encuentran por doquier.
Todos quedamos atónitos observando el alminar de la KUTUBIYYA. Mole imponente y altiva que se asoma a la plaza JAMMAA EL-FNA.
Las murallas constituyen uno de los elementos más característicos de le ciudad. Empezó a construirlas en 1126 ALÍ BEN YUSUF, de la dinastía de los almorávides, hijo del fundador de Marrakech, Yusuf ben Tasfín, muerto veinte años antes.
Visitamos la mezquita AL-MANSOURA, hecha construir por el sultán Yacub Al Manssur, “el victorioso”, tercer soberano de la dinastía de los almohades, que adquiriera gran fama por haber derrotado a los cristianos en España. Conocida también como la mezquita de la alcazaba. Un estrecho corredor nos conduce a la entrada de las tumbas saadis.
Las tumbas SAADIS constituyen uno de los puntos de atracción más sugestivos de la ciudad.. Se trata de una pequeña necrópolis donde había recibido sepultura la madre del Al Manssur y mucho antes otros miembros de la dinastía. Las tumbas están colocadas en dos distintos mausoleos que dan al jardín.
Continuamos nuestro recorrido y llegamos al PALACIO DE LA BAHIA. Nos comenta nuestra guía que se trata de único palacio que se puede visitar en la ciudad. No es casual que se le dé el apelativo de “resplandeciente”. Sin duda uno de los más hermosos de Marrakech. Espléndido patio interior y jardines. En el interior del palacio se observan numerosas similitudes con la cultura andaluza y una gran riqueza en las decoraciones. La guía nos deleita con sus explicaciones cuando visitamos las habitaciones de la favorita.
De vuelta a la PLAZA JAMAA EL-FNA pasamos por el palacio real y disponemos de tiempo libre para el almuerzo. Esta plaza es un mito que hay que ver y vivir, escuchando y percibiendo su olor. Es por sí sola una “meta”, una capital aparte en la capital. Esta plaza no tiene nada que envidiar en fama y encanto a otras plazas europeas o del resto del mundo, a otros sitios mágicos donde, al menos una vez ven la vida, poder decir que se ha estado.
Pasamos el resto de la tarde visitando los distintos jardines, de modo especial el JARDIN MENARA. Sobresale el pabellón MENARA en uno de los extremos del estanque. Sin el agua, el esplendor de Marrakech no hubiera existido. Y fue precisamente el agua que los almorávides, fundadores de la ciudad, buscaron enseguida, para explotarla hasta la última gota. El gran estanque central es casi un lago realizado en siglo XII por los almohades. Fueron luego los alauitas quienes le dieron el toque final. A la puesta del sol miles de reflejos se recortan sobre las aguas del estanque, dominando una gran sensación de paz e inmensidad El jardín está poblado especialmente de olivos.
Nuestro segundo día de estancia estuvo marcado por la visita prolongada a la plaza JAMMA EL-FNA y el recorrido por los distintos zocos. Zoco de la artesanía, zoco de las alfombras, zoco de los tafileteros, artesanía de la madera, zoco de la lana………. Tampoco faltó la correspondiente sesión de discoteca. Es de agradecer la amabilidad del Sr. CHAIERI que ha puesto a nuestra disposición de forma desinteresada un microbús para traslado de ida y vuelta al hotel.
El tercer día de estancia estuvo marcado por el traslado y visita al VALLE URIKA. Bonita excursión de 67 kilómetros por el ALTO ATLAS, la favorita de los habitantes de Marrakech, que se puede unir fácilmente a la desviación hacia UKAÏMEDEN. Una carretera se eleva rápidamente sobre el valle del URIKA. La abundante vegetación de olivos, chopos, nogales, cerezos, fresnos y alcornoques va haciéndose cada vez más rala y paisaje más austero hasta QUEDAR CONVERTIDO EN UN ESCENARIO DE ROCA DESNUDA. Punto culminante de esta excursión fue la visita guiada que nos llevó monte arriba a una de las cascadas más características de la zona. Para no olvidar.
Después de una excelente degustación de platos típicos bereberes nos trasladamos a la estación de ferrocarril donde nos aguardaban unas literas que supusieron un verdadero lujo después del duro caminar del día por los desfiladeros y cascadas del Alto Atlas.
No faltaron anécdotas. A la salida de Tánger para Marrakech nos encontramos a BOUKHARI con problemas de picaduras justo en la parte más prominente de su nariz. No nos han convencido sus explicaciones. Ya en el hotel y al hacer su entrada en el comedor confunde los grandes ventanales del mismo con la puerta de entrada, también de cristal. La parte más prominente de su cara, que resultó ser su nariz, se empotra con gran estruendo contra una de las cristaleras. Su hambre debía ser feroz. Un grupo de turistas presentes acudieron raudos y veloces en su ayuda.. Como dice el refrán español “a perro rabioso todas son pulgas”.
Tuvo el grupo la oportunidad antes de subir al tren de ver algunos de los partidos de la liga española. Lo hicieron el hotel Mansour El Dhabi. Se daba la casualidad de que se celebraba la boda del francés Anelka. Estaban también alojados en el hotel Wiltord y Makelele, que tuvieron la oportunidad de hacerse unas fotos con el alumnado del Severo Ochoa. Fotos que adjuntamos.
Todo ello nos da una pequeña idea de esta magnífica visita.
Alfonso Pimentel
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