Con la sobriedad que siempre ha caracterizado al "Severo Ochoa" se ha organizado un cordial acto de despedida a los profesores que han de marchar del centro. Aprovechando que era el solsticio de verano, ese acto se encuadró dentro de una frugal cena que celebraba la noche más corta del año, el final de las clases y que era la última vez que todos iban a estar juntos sin estar trabajando.
Acudieron a la cita antiguos profesores provenientes de distintos lugares de la península ibérica (gracias a Carmen P-Sauquillo por las fotos) y de Tánger, y otros, como Pilar García Madrazo, que no pudieron venir en persona, hicieron llegar su palabra.
Se van algunos profesores que han trabajado en el instituto seis años: el Director Luis Badosa, la Secretaria Luisa Conejero, José Luis Hermida, Ricardo Montolío. Otros que han estado menos tiempo, pero que también han dejado su huella: Venancio Andreu, Javier Atienza, Yvette Casasnovas, Miguel Ángel Fernández, Julia García, Inmaculada Jiménez, Amparo López, Clara Ogando, Alfonso Pimentel, Aurora Rodríguez-Castellano, Julio Tornel y Justo Valero, aunque todo el mundo espera que algunos de ellos estén de nuevo en Tánger el próximo curso y que todos encuentren lo mejor en sus nuevos destinos.
Pero había dos profesores que no solamente dejan el instituto, sino que además, tras una larga vida profesional, les ha llegado el jubiloso retiro. Se trata de Ricardo Aguado y Abdeslam Idiraten. Para ellos fueron los mejores regalos, las palabras más sentidas y los comentarios más elogiosos. Sin duda lo merecen. Ellos contestaron con verbo clarividente como puede comprobarse en el
blog de Ricardo Aguado.
En nombre del centro el Director Luis Badosa les hizo entrega de sendas artísticas placas como recuerdo de su estancia en el instituto de la Plaza del Koweit.
Una noche inolvidable y una hoguera que prolongó la luz hasta la nueva madrugada. La emoción pudo más que la noche.