Contra
viento y marea
Ha sido un año de cambios. Primero, el espectáculo de este curso en lugar
de haberlo celebrado en diciembre, en vísperas de las vacaciones navideñas,
como era lo habitual cada año, lo programamos para enero. Pero, además, es que
no sabíamos cuántas sorpresas nos esperaban aún.
Nos despedimos con un poco de tristeza por no haber finalizado el
trimestre con The English Day, claro,
pero nos dijimos: “Nos vemos la primera semana de clase y ensayamos todos lo
días”.
Pero... 2015 traía agazapadas unas cuentas sorpresas. Numidia, que era
una de las bailarinas más entregadas y que había preparado la coreografía de
otros grupos... ¡aparece con una pierna rota! No puede actuar. Por lo tanto hay
que buscar a alguien que la
sustituya, cambiar la coreografía, más ensayos, más dudas, más tiempo, más
etcéteras. ¡Y hay que solucionarlo como sea y además rápidamente!
Después llega la gripe... ¡Cómo todos los años! Llega la gripe y se
apodera del equipo y lo deja tocado. Nuestro elenco de estrellas, cuando acudía
a ensayar, parecían más bien los pacientes de la antesala de la consulta de un
médico, renqueante y tosiendo, que la gloriosa trouppe que, un año más, habíamos conseguido reunir entre el
alumnado del IESS Severo Ochoa. Pero había que seguir. Allí estuvimos cantando
y bailando, a pesar de la cuesta de enero, como unos jabatos mientras los virus
gateaban por el escenario. Pero, insisto, ¡había que seguir!
Mas no acabaron ahí los problemas... ¡Ay, que tenemos exámenes! Exámenes
de recuperación.
Y por si esta lista de contratiempos no fuera aún suficiente... Camila,
otra de nuestras estrellas de baile... llega una tarde al ensayo como una
estrella... pero esta vez fugaz y bajando en picado a la tierra. ¡Camila viene
con una pierna escayolada! ¡Lo que nos faltaba! ¡Y sólo teníamos tres días por
delante antes de la representación! No podía ser, no podía ser, no podía ser...
decíamos todos. Nueva sustitución y, afortunadamente, un baile que debían
bailarlo tres personas lo bailaron dos y salió. ¡Salió! ¡Eureka! Estábamos
triunfando sobre todas las desgracias, maleficios y contratiempos que nos
surgían a diario.
¡Ah! y menos mal que solo ocurrió en la ficción: Un grupo mafioso
secuestró a los artistas...
Este era el tema, precisamente, del video de la presentación del
espectáculo de este año. Una historia del mejor Ernesto Tarantino. No le faltaba de nada: tenía sus malvados, su
sangre y sus “recompensas”. Como
debe ser.
Y empieza el espectáculo.
Los cantantes magníficos. El público, entregado. Todo el mundo coreaba
las canciones. Los bailes pusieron la nota dinámica y alegre mientras los
números instrumentales, en los que intervenía el piano, las guitarras o el
saxo, relajaban un poco el ambiente de euforia y de celebración.
El broche final este año también fue diferente: El equipo técnico nos
regaló un espectáculo único de luz y sonido, en el que se mezcló sabiamente la
música clásica con la más moderna y electrónica.
Y una sorpresa más. ¡La última! Este año ha sido el último año en el que
montamos el show de The English Day. El próximo curso habrá un nuevo
espectáculo, sí, ¡seguro! Pero con otras actuaciones, otros temas, otros
idiomas...
La vida es cambio continuo, verdad. Siempre hay que estar dispuestos a emprender
nuevos caminos...
“La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...” dice la canción de
Pedro Navaja. Pues eso... A ver con qué nos sorprende el año que viene.
Charo Macías
Departamento deInglés.
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