El salón de actos del IEES Severo Ochoa de Tánger ha acogido la conferencia “Química por todas partes, Químicos por todas partes”, a cargo del doctor don Francisco Cabrera Capitán.
La profesora Mercedes González hizo la presentación del ponente, enmarcando su conferencia en el conjunto de actividades que el Departamento de Física y Química ha organizado para conmemorar el “2011. Año Internacional de la Química”, en el que se recuerda el centenario de la concesión del segundo Premio Nobel a Marie Curie y el cincuentenario de la creación de la IUPAC. A continuación, expuso un breve curriculum del conferenciante, de quien destacó que fue Premio Extraordinario de Doctorado, colaborador e investigador del CSIC entre los años 1978 y 2004, vicedirector del IRNAS (CSIC), del 1994 al 2002 y profesor de investigación del CSIC en el IRNAS desde 2004, además de autor de numerosos artículos y publicaciones nacionales e internacionales, así como un largo etcétera, que renunció a relatar para no quitar tiempo al conferenciante.
Don Francisco Cabrera comenzó enumerando algunos de los objetivos de esta celebración, entre los que se encuentra el promover el interés por la química entre los jóvenes, y anunciando las dos partes en que se desarrollaría su conferencia: una concreta, referida a su trabajo de investigación; y otra general, sobre las aplicaciones de la Química. De esta última, indicó que en el título de la conferencia, a la palabra todas no pretendía darle valor absoluto, sino transmitir la idea de los muchos campos en los que la Química está presente, incluido el de los sentimientos, que como es sabido, son producidos por cambios químicos en nuestro cerebro.
A continuación, mostró la importancia de instruir a los ciudadanos para evitar la “quimiofobia” y la idea extendida de que lo natural es igual a beneficioso, y lo sintético es igual a químico y perjudicial. Para ello, propuso una serie de ejemplos de la vida cotidiana, donde determinados procesos naturales son químicos pero perjudiciales, como las emanaciones de dióxido de azufre de los volcanes, que terminan convirtiéndose en ácido sulfúrico en la atmósfera; y por el contrario, algunos procesos artificiales resultan beneficiosos, como la elaboración del chocolate, producto final de un gran número de transformaciones.
Las imágenes de vertidos contaminantes a la atmósfera y a las aguas, con sus graves consecuencias, provocados por la actividad industrial y doméstica, sirvieron al conferenciante para reflexionar sobre algunas de las razones de la mala imagen de la Química y, a su vez, para enlazar con la segunda parte de la conferencia, que versaría sobre su trabajo de estudio e investigación en la descontaminación de las zonas afectadas a lo largo y ancho de las márgenes del río Guadiamar, al romperse el dique de la balsa de decantación de la mina de los Frailes de Aznalcóllar, en abril de 1998.
Además de las impresionantes fotografías sobre el desastre, este investigador del CSIC hizo una interesante exposición de la metodología científica empleada en el citado estudio, desde su inicio hasta la situación actual, encadenando gráficos que informaban sobre los elementos trazas, sobre las altas concentraciones de metales pesados (arsénico, mercurio, plomo, cadmio…), comparadas con las de los suelos normales, y sobre la toxicidad de los mismos, así como el grado de penetración de los contaminantes en el suelo.
El profesor Cabrera concluyó la conferencia con la descripción de las medidas adoptadas y los remedios aplicados al suelo, utilizando conceptos novedosos para el alumnado como los de estabilización, inmovilización, disminución de la biodisponibilidad y enmiendas. Asimismo, mostró fotografías de la reforestación de las zonas tratadas y de la ausencia de vegetación en las no tratadas, que reflejaban por sí solas los logros alcanzados en la investigación, poniendo de manifiesto la necesidad de seguir estudiando y de dar a conocer los resultados en publicaciones científicas y divulgativas.
Desde este blog, damos las gracias a don Francisco Cabrera por su magnífica conferencia, felicitándole por las dotes didácticas desplegadas, como, por ejemplo, la de utilizar el símil tan cercano y gráfico de la enfermedad y sus posibles tratamientos, para referirse a su estudio sobre la descontaminación de las riberas del Guadiamar.
Mercedes González