CUANDO LAS PALABRAS CANTAN

Cuando las palabras cantan, el silencio habla. Y el Coro Severo Ochoa sigue cantando y hablando, y dando qué cantar y dando qué hablar, gracias al trabajo y al entusiasmo de tantos coralistas, a lo largo de innumerables horas de ensayo. Porque han sido más de cincuenta cantantes los que han ido participando, a lo largo de este curso, en el proyecto educativo que viene a ser el Coro Severo Ochoa. Un proyecto maravilloso, que anhela ir creciendo en calidad y cantidad. Nuestro Coro quiere ser el reflejo de lo que debería ser una sociedad abierta y respetuosa, con todo y con todos. Por eso, nuestro Coro es un coro abierto, en el que cabemos todos, en el que se favorece la escucha y, favoreciendo la escucha, se termina favoreciendo la generosidad. Escuchar a un solista implica gratitud y escuchar a una cuerda entera lleva a ser uno con el otro. El canto coral ayuda a desarrollar todo tipo de facultades intelectuales y morales. Es una actividad que precisa una comprensión interpretativa de la obra, su contexto, la época, el gusto interpretativo. Y lo interesante es que, en cada recreación musical, nuestro Coro llega a hacer suya la obra musical, en versiones particulares, originalísimas, novísimas. En este sentido, es destacable la dificultad interpretativa de ciertas obras, afrontadas por el Coro con tanto interés. Obras que van desde la polifonía renacentista hasta la zarzuela, pasando por la ópera y la canción popular. Y todas, con el mismo respeto musical. Porque la grandeza a veces se esconde en lo pequeño, y la pequeñez derrite hasta los espíritus más elevados. Nuestra música es expresión del sentimiento. Sentimientos…como la gratitud hacia todos los que hacen posible este proyecto; admiración, por cada una de las voces desgranadas; fortaleza, para ir superando las dificultades del camino; ternura, emoción, alegría, sensibilidad, confianza…en el futuro. Y en el recuerdo de este año…el maravilloso viaje del Coro a Rifflandia, apadrinado por nuestro querido Pepe Sevilla, maestro de maestros. Y, del Cabo de Trafalgar a Trafalgar Square, cantando en la increible capilla decimonónica del Cañada Blanch. Y, cruzando el estrecho, hacia Archidona, al encuentro de la Orquesta y Coros de la ciudad. Un coro que viaja, para aprender, hacia adentro y hacia fuera, porque aprender lleva a trabajar con otros, ya sean directores musicales, coralistas infantiles o maestros renombrados. El proceso creativo del Coro va pasando por cada una de las obras y de sus cantantes y, al final, cantar bien acaba siendo tan natural como caminar, saltar, trabajar o vivir, ya lo decía el maestro Pierre Kaelin. Y como integrante de este fascinante proyecto creativo, por tercer año consecutivo, la Directora os sonríe, y os promete , sonriendo, Música nacida de dentro.

M. Carmen Muñoz

Directora del Coro Severo Ochoa