Cualquier excusa es buena para que los aguerridos alumnos de cuarto de la ESO procuren obtener algún dinero con el que ayudarse a pagar su viaje de fin de etapa educativa. Por eso han organizado sesiones de cine algunas tardes y están preparando una cena-fiesta.
Pero que cualquier excusa sea buena para ese fin no significa que la excusa que contamos aquí sea una excusa cualquiera. Decirle al compañero de clase o de trabajo, a la amiga o al amigo, al enamorado o enamorada, sea o no secreto, sea o no platónico, decirle que se le aprecia, que se le quiere, que se le desea lo mejor, que se está contento de estar con él o ella es algo que debemos hacer todos los días si queremos mejorar nuestro mundo, pero además, si lo acompañamos de una rosa podemos estar seguros de que nuestro mensaje será recibido con doble ilusión.
Tras un gran esfuerzo puesto en la venta, en la clasificación, en el adorno, en la distribución, los alumnos de cuarto han repartido hoy rosas cargadas de bolsitas de cariño.
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