lunes, 1 de junio de 2009

Visita a Muley Bousselham y a las ruinas romanas de Lixus

La actividad se enmarca dentro de las programadas por los Departamentos de Biología y Geología y Geografía e Historia para descubrir in situ los ecosistemas y los restos arqueológicos existentes en Marruecos. La salida ha estado dirigida a los alumnos de 1º de ESO y en ella han participado profesores de los Departamentos de Ciencias Naturales (Mª Victoria Soria Rocafort), Ciencias Sociales (Julia García González). También han colaborado otros profesores del instituto como Justo Valero Tello (Departamento de Educación Física) y Noelia Jiménez Martínez (Departamento de Inglés-Francés) y Margarita Moreno Pons (Departamento de Orientación). Comenzamos la visita con una primera parada en las ruinas romanas de Lixus. La profesora Julia García González fue la encargada de mostrar a los alumnos los restos romanos existentes en las proximidades de Larache. Éstos recorrieron las ruinas mientras la profesora comentaba los lugares más destacados (calles, canalizaciones, viviendas, mosaicos, columnas, capiteles, teatro). Los alumnos atendieron a las explicaciones de la profesora y tomaron nota del lugar estratégico elegido por los romanos para levantar la ciudad. Pero, en esta visita, no sólo vieron los restos arqueológicos de la civilización romana, también estudiaron el medio físico y natural que rodeaba el enclave (río, meandros, salinas, vegetación…). En definitiva realizaron un estudio completo del medio natural y geográfico que rodeaba este magnífico enclave.
Continuamos viaje, la siguiente parada fue sorprendente, nos encontramos con un verdadero paraíso natural. Llegamos a Muley Bousselhan, situado aproximadamente a 120 Km de la ciudad de Tánger. Este lugar destaca por su magnífica laguna formada en la desembocadura del río y por el ecosistema tan variado que presenta (aves, crustáceos, peces) que hacen del entorno un lugar irrepetible. De nuevo, paseo. Es la mejor forma de conocer un lugar. Primero en barca. Pasamos más de dos horas paseando por la laguna y contemplando bandadas de aves que asustadas por el ruido de las barcas se alejaban de nosotros. El lugar, indescriptible. A medida que paseábamos, los profesores, expertos en las materias (Ciencias Sociales, Ciencias Naturales) explicaban: la profundidad de la laguna, la vegetación de la zona de marismas, los bosques de pinos, la formación de las dunas, las mareas…. En definitiva una verdadera clase, pero en el mismo entorno. Los alumnos lo apreciaban, y comentaban entusiasmados, que querían muchas clases como esa. Después del paseo en barca, paseo por la marisma, por el bosque, por la duna, y al final, la playa. Majestuosa e impresionante. Comida, chapuzón, descanso y regreso al autocar. Un día inolvidable, y una jornada de aprendizaje difícil de olvidar. La grata experiencia nos dice que la volveremos a repetir otro año más.
(Crónica de Margarita Moreno. Fotografías de Julia García)

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