El martes, 1 de abril, el
alumnado de 1º de Bachillerato, acompañado por los profesores Rafael Cala, J.
Ignacio Pujol y Charo Macías visitaron la Legación
Americana de Tánger; visita que forma parte de las Actividades Extraescolares del Departamento.
Cuando, en el aula, se da la información sobre esta visita, sorprende
comprobar la ignorancia que nuestros alumnos tienen de esta institución;
institución, sin embargo, que tuvo gran relevancia en esta ciudad desde su
creación en el siglo XVIII.
Al comentar en la clase un texto sobre la historia y lo que significó
para la ciudad la Legación Americana ellos simplemente responden que no la
conocen.
—No, nunca he estado. No, no tengo ni idea en qué lugar de Tánger se
encuentra —ha sido la respuesta
común.
Se les ha explicado el recorrido; por dónde vamos a ir y enseguida
preguntan:
—How do we get there?
—On foot, of course!
Se oyen murmullos y quejas de desaprobación, pero el interés no decae.
La visita sigue en pie.
Nuestro guía, en un
perfecto inglés, nos da la bienvenida al iniciar el recorrido. A continuación
nos explica, a modo de introducción histórica, cómo eran las relaciones
diplomáticas en aquellos albores del siglo XVIII entre el Sultán de Marruecos y
Estados Unidos. Luego nos cuenta que La Legación, además de ser un museo,
centro de estudios y de investigación o biblioteca, es también, actualmente,
referente y centro cultural para la propia medina, debido a que se encuentra
muy bien ubicada en lo que se conoce como la ciudad antigua.
Nuestro guía nos muestra las salas, el mobiliario, los muchos recuerdos
(mapas, cartas, fotografías, etcétera) que La Legación atesora. Se detiene
especialmente en los cuadros; algunos son obras importantes de aquellos
pintores que, procedentes de distintos países, estuvieron ligados a Tánger
mientras creaban y ampliaban su obra. Tal es el caso de James McBey, uno de sus
cuadros conocido como, La Mona Lisa
Tangerina; es una joven que
mira al visitante fijamente desde el fondo del cuadro mientras éste recorre la
sala, “sin quitarle ojo de encima".
La gran colección de mapas antiguos colocados sobre una pared en una de
las salas es otra de las riquezas que alberga La Legación. En la Sala Forbes el visitante puede soñar y
retrotraerse a su infancia frente la colección de soldaditos de plomo. Las
magníficas miniaturas representan, con todo detalle y sentido realista dos
importantes batallas de la historia de Marruecos.
También el visitante puede contemplar otros objetos, fotos, libros...
Todos ellos ligados a la rica historia de esta ciudad.
La visita finaliza en la sala dedicada a Paul Bowles. En ella, además de objetos personales del famoso
escritor norteamericano como son un par de gafas, fotos, libros y notas
manuscritas, se muestra una faceta menos conocida de él: su condición de
compositor y estudioso de la música tradicional marroquí.
Y se acabó la visita. La despedida concluye con un cordial y sincero...
—Good bye, see you soon.
El sábado 19 de abril iremos a la proyección de una película.
Departamento de Inglés.