La participación del IEES Severo Ochoa en el programa de “Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados” la semana del 25 al 31 en Umbralejo (Guadalajara) ha sido todo un éxito desde el punto de vista de la organización, experiencia vivida y aprovechamiento educativo para los 25 alumnos/as de 3º de la ESO que han tenido la suerte participar en él. El viaje a Umbralejo se ha convertido en una experiencia muy enriquecedora desde el punto de vista de relación intercultural y de aprendizaje de nuevas culturas y formas de vida, pues han tenido la ocasión de convivir durante una semana con alumnos de otro instituto (Fontiveros de Ávila), lo que sin duda ha contribuido a fomentar y poner en práctica valores tan importantes como la interculturalidad, la igualdad, el respeto a la diferencia o la autonomía personal. El alumnado se ha familiarizado con conocimientos tan prácticos y necesarios de respeto del medio ambiente y entorno rural, aprendiendo nuevos conocimientos y valorándolo como un elemento enriquecedor, desde el punto de vista social, económico e histórico.
Los participantes han tenido la oportunidad de conocer otra forma de relacionarse con el mundo, diferente a la que están acostumbrados. Entre otros objetivos, han tenido la oportunidad de aprender actividades tan alejadas a su forma de vida como el cuidado de animales, mantenimiento, construcción, limpieza y, en general, todas esas actividades que contribuyen a recuperar y poner en valor el entorno rural que, por diferentes circunstancias sociales y económicas, se ha ido abandonando de forma progresiva y que programas como éste del Ministerio de Educación tratan de recuperar dándole la dimensión educativa que merecen.
Al recorrer la Sierra de Guadalajara, hemos comprobado la intensa dedicación a la ganadería, apicultura y la producción de carbón vegetal, actividades económicas de la zona y relacionadas con la obtención de productos de primera necesidad y que les permitía intercambios económicos y aumentar así sus recursos.
Además, la participación en un proyecto de estas características ha sido una excelente oportunidad para dar a conocer su cultura, sus costumbres y sus tradiciones al resto de chicos y chicas castellanos, creando y forjando relaciones de amistad, solidaridad y respeto a las diferencias entre diversos modos de concebir el mundo.
Para los profesores participantes en el proyecto este era un objetivo importantísimo. Las relaciones que se ha mantenido entre todo el alumnado, monitores, guías y los propios profesores en un entorno fuera del ámbito escolar creemos que han servido para potenciar la asunción de unos valores de tolerancia y de respeto mutuo con respecto a la diversidad cultural.
Rocío Lopera y Luis Miguel Suárez-Guanes