Los jefes del Departamento de Educación Física de los centros de Rabat, Tánger y Casablanca han programado y llevado a cabo un interesante proyecto: Reunir a los alumnos de 4º curso y 1º de Bachillerato durante dos jornadas de convivencia, en las que las actividades físico-deportivas han sido la base del cronograma, integradas en un conjunto más amplio de actividades culturales, como han sido la marcha de senderismo medioambiental, las visitas a lugares históricos y recorridos por lugares y zonas emblemáticas, como la medina, la Kasbah de los Oudaias y el majestuoso Chellah. Asimismo, y para ilustrar y reflejar nuestro paso por los diferentes lugares, un grupo de chicos y chicas fue realizando dibujos de campo de diversos rincones y ambientes, a fin de preparar una exposición itinerante de los mismos.
Hay que felicitar y agradecer el magnífico trabajo realizado por los profesores anfitriones de Rabat, el Coordinador del Programa, Miguel Novo, profesor de educación física bien conocido y querido por su estancia en nuestro centro durante el curso 2005-6, en el que impartió esta asignatura. Miguel estuvo acompañado por las profesoras Covadonga Balbás y Victoria Vives, que impartieron interesantes conferencias de temas históricos y medioambientales. Desde esta página también queremos agradecer la cálida bienvenida que a toda la expedición nos deparó su equipo directivo representado por su director, D. Rafael y la secretaria del centro, Dª María José.
Por parte de nuestro centro, la organización de la actividad estuvo dirigida por el Profesor David Mata, con la participación y colaboración constante de los profesores acompañantes María Victoria Soria y Ignacio Carrera. Acudieron 43 alumnos de nuestro centro, que unidos a los de los otros dos, reunían un total de 200 ALUMNOS, una gran marea que con camisetas rojas el primer día, y verdes el segundo se identificaba fácilmente por las espaciosas calles de la capital marroquí. Los alumnos de nuestro centro fueron acogidos por sus colegas de Rabat en sus domicilios, y antes de ir a dormir pudieron departir un rato de ocio en el precioso multicentro de Rabat, donde jugaron a los bolos y cenaron en distintos restaurantes, acompañados de los familiares responsables.
En el pulmón verde de Rabat, no podía ser de otra manera, el Bosque Hilton, tuvo lugar la comida de convivencia en forma de picnic, en el que los anfitriones portaron la comida que fue repartida por los profesores de forma eficaz y ciertamente castrense. El final fue apoteósico: lágrimas de despedida, abrazos, y una emoción sentida que daba buena muestra de la valía de esta experiencia humanizadora de la actividad estudiantil.
En la primavera os esperamos....
David Mata